Múltiples han sido las investigaciones y las controversias acerca de el derrame de petróleo en el Golfo de México, incluso el gobierno ha estado inmerso en toda la problemática. En los últimos días, un informe presentado por la Comisión Nacional sobre el Derrame de petróleo, creada por el gobierno Obama, certificó que la Casa Blanca ha impedido que se divulguen las cifras oficiales sobre este desastre, exactamente desde el momento en que ocurría este derrame de petróleo en el Golfo de México, impidiendo a los científicos que contaran la realidad del problema. Y aunque el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs asegura que jamás se hizo esfuerzo por ocultar las cifras reales, si admite que inicialmente y durante los primeros meses de transcurrido este accidente de la Plataforma de British Petroleum Deepwater Horizon las estimaciones eran inexactas.
Sin embargo la crítica continúa, pues el diario The Washington Post habla de que mientras científicos independientes partían de que el derramen de petróleo era de gran magnitud, el gobierno Obama en las cifras que revelaba mostraba que el derrame era más bien moderado. Este diario, además, cita que en realidad la población nunca estuvo lo suficientemente informada durante bastante tiempo debido al papel influyente del gobierno en el manejo de las cifras, bien puede ser porque fue incompetente al momento de enfrentar la marea negra o simplemente por falta de claridad con la población estadounidense acerca de la magnitud del desastre.
En vista de las acusaciones, Gibbs aseveró que el informe emitido por la casa Blanca tenía el carácter de “preliminar” y era por lo tanto “suceptible de cambios”, además de reiterar que el gobierno desde un comienzo reveló lo que podrían ser las peores posibilidades, también habló de la transparencia que había entre la información que recibían y la información que emitían. Por lo tanto, según el portavoz, el gobierno hizo frente al desastre lo mejor que pudo.
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